Las manos son una extensión necesaria para nuestro cuerpo y necesidades, por lo que las hace la parte de nuestro cuerpo más expuesta al medio. Al igual que el rostro, tus manos necesitan también una rutina diaria de cuidados. Lo primero que debes saber es que las manos tienden a la sequedad debido al roce continuo que soportan día a día y los cambios de temperatura a los que se ven expuestas. La piel que las envuelve es muy fina por lo que es necesario cuidarlas de forma específica.
También debes considerar que en invierno las manos pueden presentar mayor resequedad, por lo que para tener unas manos más saludables debemos lavarlas con jabón neutro y mantenerlas hidratadas con compuestos que no contengan aceites, aunque puedes ocupar aceites esenciales.
Nuestras manos también acumulan pieles muertas e impurezas, así que será necesario eliminar estas impurezas para una rutina completa del cuidado de nuestras manos. Exfolia tus manos cada dos o tres días con un producto específico para manos, notarás tu piel más fresca y estará más receptiva para recibir el último paso: ¡la hidratación!
Una crema hidratante de manos será siempre tu gran aliada para mantener unas manos cuidadas. En épocas de frío donde la aparición de grietas y la sequedad es más frecuente, intensifica la aplicación de tu crema de manos y aplícala varias veces al día en las manos con suaves masajes.
Será un plus para tus manos incluir cremas ricas en ingredientes oleosos como una crema de noche extra emoliente que puedes hacer tú misma que también con altas dosis de vaselina o parecidos, lo que te ayudará a mantener la humedad natural de la piel y restaurar su hidratación.
Te recomendamos que esta mezcla, crema o el compuesto que decidas poner en tu piel la coloques estratégicamente en una mesilla de noche y así nunca olvidarás aplicártela por la noche, el momento del día en que nuestra piel está más receptiva para recibir todos los tratamientos, sólo recuerda no exponerte al sol cuando hagas cualquier tratamiento.